jueves, 23 de agosto de 2018

Nunca te recetes consuelos caducados

Manual para canallas - Nunca te recetes consuelos caducados

En caso de un adiós incendiario no te estaciones en el pasado. Más vale quedarse en silencio, agazapado, mientras la pasión pasa de largo...


Siempre creí que moriría joven. Era la idea romántica que veía en las novelas de aventuras, en las películas de antihéroes y que leía en esos poetas rebeldes que ahora dedican coplas a sus nietos. Siempre creí en esa “máxima” del rock: vive de prisa, muere joven y deja un bonito cadáver”. Y mírenme ahora: bebiendo ron en el bar Milán, destruyéndome el hígado en plazos, con resacas sabatinas y algunos achaques propios de los que algún día fuimos jóvenes y ahora compramos pan sin gluten o cocinamos con aceite de oliva. Siempre pensé que moriría joven y todo indica que terminaré usando prótesis dentales.

jueves, 16 de agosto de 2018

La infancia que se fue

Manual para canallas - La infancia que se fue

Ya no somos los mismos soñadores, el tiempo nos comió el dobladillo de los pantalones cortos. Desde niños ya jugábamos a escapar de la miseria...


Muy seguido en mis sueños me veo jugando con mis hermanos, de pequeños. Aunque a veces sueño que me pierdo en el tianguis. Y trato de gritar pero no me escuchan, no sale ni un sonido de mi boca. Y es entonces que abro los ojos para suspirar el infaltable “no mames, sólo fue un mal sueño”. Uno de mis miedos más frecuentes de la infancia era perderme y nunca regresar con mis hermanos. Aunque mi familia es disfuncional, como suele ser habitual en un país como el nuestro, agobiado por las deudas más comunes. Pero el más disfuncional soy yo, eso lo tengo bastante claro.


jueves, 9 de agosto de 2018

Sueños de utilería

Manual para canallas - Sueños de utilería

Hay mujeres que parecen saber cosas misteriosas que desconocemos, que ya habíamos olvidado o nomás porque somos unos pinches necios...


Esperaba yo recargado en aquel árbol cuando el policía en bicicleta se dirigió a mí. Tuve que quitarme el audífono derecho para escucharle decir algo como “¿no ha visto pasar un perrito negro, joven?”. La verdad es que me intrigó su preocupación, pero no supe darle razón sobre el cachorro. Luego él fue a preguntarle a dos jovencitos que fumaban mota junto a un coche abandonado. No supe si hubo algún intercambio de información valiosa. Pero el poli pedaleó más fuerte rumbo al norte. Y lo perdí de vista mientras sonaba en mi iPod algo de Los Killers. Luego vi a Marilú a lo lejos, con sus botas para la lluvia. A mí no me pareció que el clima fuera a empeorar, pero hay mujeres parecen saber cosas misteriosas que uno desconoce o que ya habíamos olvidado o que no pelamos por pinches necios que somos: "no tarda en llover, huele a tierra mojada" o "los atrapasueños filtran tus pesadillas y mantienen intacta el aura". Y luego te regalan piedras de ámbar para la energía positiva o una caracola "para que oigas mi voz entre las olas". Así más o menos es Marilú o Malú, según quien se refiera a ella. Y siempre me está recomendando música que me suena ajena: Denver, Tame Impala, Two Door Cinema y así. De hecho, me regaló una foto suya con una frase que tomó de una rola de Siddhartha: 

jueves, 2 de agosto de 2018

A veces pensamos en blanco y negro

Manual para canallas - A veces pensamos en blanco y negro

Yo no sé los demás, pero a mí a veces me da por pensar en blanco y negro, como en una película triste o un funeral poco concurrido...


A veces duermo y sueño en blanco y negro, como si anticipara un largo duelo, como si me hubieras dejado un nido de cuervos en la caja torácica.

Y a ti siempre te pienso mientras hago un ave con la sombra de mis manos. Es un ave en cautiverio, que apenas aletea sobre la pared.

Te pienso en la fila del banco, cuando espero mi turno para pagar los intereses y recargos de aquel malviaje por Holbox.

Te pienso mientras me ato los cordones de los zapatos y recuerdo tu terapia de desintoxicación.

Te imagino dormida, como si no fueras consciente de tantas pinches veces que me robaste el sueño.

Te imagino con piedras en la bolsa de mano mientras te detienes a pensar en la profundidad del agua bajo ese puente.