Tiempos rotos para corazones tontos. Tiempos fríos para los que buscan el amor en un catálogo virtual. Tiempos estúpidos para el amor por Facebook...
"Alan tiene una relación con Leslie”, notificó Facebook debajo de una foto en que Alan besaba en la mejilla a Leslie, quien hacía una especie de “trompa de pato” con los labios. En realidad el gesto era un truco para no verse cachetona. “Hacen linda pareja. Felicidades”, comentó una amiga de ella. “Esa vieja me caga. Se ve que es bien pronta, wey”, fue lo que dijo la hermana de Alan en un WhatsApp. Casi un año después Alan sufría la separación. Leslie lo terminó con el típico argumento de “no eres tú, soy yo, ando rara”. Él le rogó, lloró, pero ella se mantuvo firme: “hay que darnos un tiempo”. Alan no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácil. Y cada rato revisaba el Facebook de ella y dejaba mensajes que ella no contestaba: “Mis noches son frías y mis días eternos si tú no estás a mi lado. Vuelve conmigo, no seas distante. Vuelve conmigo, no me desprecies. Mi alma ya está muy lastimada. Por favor no me dejes, no eches a la basura este corazón abandonado. Leslie, eres el amor de mi vida y ya te he perdonado”. Malos intentos de poesía de alguien que no ha leído más de tres libros en su vida. Ella, ella no tiene tiempo para “esas cursilerías”. De inmediato elimina los comentarios de su muro. Alan se ve deprimido y ha bajado algunos kilos. Leslie se toma selfies en Acapulco. Y hace su típica “trompa de pato” junto a un tipo que nunca más será Alan.
Hilary subió una foto suya al Facebook con una declaración: “Kiero k sepas k sienpre seré tuya. Te amo Kevin”. La chica parece realmente enamorada. “K kursi eres, pinche zorra. No es sierto. Tkm amiga”, comentó una tal Chikitahemoxa debajo de la foto. Hilary respondió “Pinche facil, k enbidosa eres, pero Kevin es mio”. La calentura está sobrevaluada: siempre se confunde con amor eterno. Malditos besos, cuántas mentes han confundido, por los siglos de los siglos. Amén. Pero eso no lo sabe Hilary. ¿Hilary? A quién carajos se le ocurre ponerle Hilary Gómez a una bebé frente a la pila de bautismo. Acaso en el juzgado cívico no hubo quién protestara al momento de registrar a la niña: “oigan señores, elegir cómo se llamará un chamaco es algo que lo marcará para toda la vida. Qué son esas mamadas de Jackson o Deisy o Kimberly o Wilson. En serio, no mamen”. Sí, creo que debería haber un auditor de pendejadas en el registro civil. En fin, estábamos en que Hilary Gómez cree ciegamente que su Kevin es para toda la vida. Por eso Hilary le dedica fotos cada vez más atrevidas en el Facebook. Y mensajes privados que prometen el paraíso compartido. Kevin le responde en la misma sintonía. No tiene nada de extraño. Es tan común. Además, todos los chicos creen que Facebook es Cupido. Lo que no es común es que a los 14 años, Hilary crea que “sienpre” es para siempre. Nada es para siempre.
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Wendy pretende lucir muy “sexy” en sus fotos de Facebook. En todas presume su escote. “Pensando en ti, beibi” o “enamorada mil”, son las dedicatorias. En otro álbum Wendy aparece con tres niños pequeños. Pero la mayoría de sus fotos son de ella misma, tomadas desde un ángulo superior y mostrando su rostro excesivamente maquillado. “Tu amor me hace sonreír”, dicta una de ellas. No es la primera vez que se enamora. Ni la última. La prueba de esos enamoramientos son los tres hijos que tiene, de padres distintos. Y ninguno está con ella ahora. Hay mujeres que no saben estar solas. Hay mujeres que se entrampan en el Facebook. Una foto, pa’l face. Una selfie, pa’l face. Un corazón roto, pa’l Facebook. Y hay hombres miserables que hurgan en las soledades como quien escarba en tierra árida para plantar ilusiones que nunca germinarán. Hay hombres que hacen del Facebook un anecdotario de mentiras. Y hay mujeres que no quieren ver la verdad. Tendrían que hacerle caso a Dante Guerra:
“El amor es una bisutería,
una joya de fantasía,
manufacturada en China.
El amor es una selfie compartida
en tu muro de Facebook.
El amor no eres tú,
tampoco es él,
sonriendo en esa foto.
El amor es esa imagen pasajera
que será eliminada
cualquier día del invierno,
cuando ambos se cansen
de las rutinas cotidianas
y todas las promesas vanas
que no se cumplirán mañana.
El amor es este mutuo infierno
de los reclamos y los celos
que nos carcomerá el alma”.
manualparacanallas@hotmail.com
Roberto G. Castañeda
Jueves 14 de Mayo de 2015.
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