jueves, 28 de septiembre de 2017

Si quedamos bajo los escombros

Manual para canallas - Si quedamos bajo los escombros

Esa alerta sísmica puede ser la última que nos ponga los nervios de punta. Y si cualquiera de nosotros quedara bajo los escombros, seguro que irán a sacarnos...


Esa alerta sísmica puede ser la última que nos ponga los nervios de punta. Esa ambulancia tal vez no llegue a tiempo. Ya no quiero dormir a medias, con las pestañas atentas. Quiero dormir profundamente y soñar con mi infancia y reír como loco persiguiendo un pequeño remolino de viento. Quiero dormir a pierna suelta y olvidarme del miedo a no despertar jamás. Pero si quedo bajo los escombros, quiero que sepan que amé la vida sin etiquetas. Quiero que sepan, si me sacan entero o incompleto, que amé cada parte de mi cuerpo: mis dedos largos, la nariz imperfecta y mi cabello medio crespo. No, aquí miento, en realidad siempre odié mis ojos tristes y el ceño fruncido. Pero esas son nimiedades a estas alturas.

jueves, 14 de septiembre de 2017

El diablo tiene mensajes ilimitados

Manual para canallas - El diablo tiene mensajes ilimitados

“Cada que me sueñes recordarás mi cuerpo desnudo y naufragarás en océanos de fuego, con una bandera rasgada por el viento loco de mi olvido”, escribió Lucía...


"Cada que me sueñes me verás desnuda", me llegó un mensaje de WhatsApp. Era un número desconocido, aunque la frase me sonaba familiar. Regresé una respuesta escueta: "no tengo registrado tu número". La contestación llegó minutos después: "Soy Lucía y estoy en la ciudad. Me gustaría verte, gruñón". Claro, cómo olvidarla. El diablo tiene conexión inalámbrica y mensajes de WhatsApp ilimitados a cualquier pinche hora de la madrugada. Y para acabarla de chingar, es experto en disfraces y robo de identidades. No es el alcohol, ni la soledad, sino el diablo. Hace mucho que no sabía nada de Lucía. Alguien me contó que se había casado y que vivía en Seattle, pero nadie podía asegurarlo. Como sea, la llamada me hizo regresar a la época en que coincidimos como dos desesperados, huyendo hasta de nosotros mismos.


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jueves, 7 de septiembre de 2017

El futuro es un prángana

Manual para canallas - El futuro es un prángana


Nuestro futuro está empeñado, mientras los políticos y los gobiernos no dejan de estafarnos. Sí, nuestro futuro es un prángana. Y tenemos un socavón en el alma.


En la primaria llevaba un suéter remendado de los codos y una torta de huevo para el recreo. En la prepa compraba libros reciclados. Y en la universidad viajaba en peseros que siempre asaltaban. Tampoco es que me pudieran robar mucho, porque siempre andaba sin varo, pero daba coraje. Mi pasado era un prángana, como lo es nuestro futuro. Sí, porque los políticos y los gobiernos nos han esquilmado y nos siguen aplicando sus estafas maestras. Así ha sido, así seguirá siendo. “Ando bien prángana”, le comentaba a mi amigo Paco y él me respondía que “ya somos dos”. Estábamos en el segundo año de la universidad y las cosas no pintaban nada bien. Otra devaluación y un nuevo presidente con las promesas de siempre. En realidad éramos millones de pránganas. Como ahora, como siempre. Éramos millones de pránganas. Y lo seguimos siendo.