jueves, 14 de diciembre de 2017

Un recuento de sueños inconclusos

Manual para canallas - Un recuento de sueños inconclusos

Fin de año. Y el recuento de proyectos truncados, de sueños inmóviles, de propósitos no cumplidos. Fin de año y el recuento de calamidades...


Chingó el año. O te chingaste tú solito. O te jodieron hasta el corazón. Fin de año. Se acabó el 2017. Y no fue lo que esperabas. Con un pinche carajo. Fin de año y el recuento de sueños postergados. Los amores fallidos, el alma devaluada, los fracasos recientes, el corazón anestesiado, las horas muertas y los días sin trabajo. Llegas a un punto de quiebre y te preguntas si todo el dolor habrá valido la pena. ¿Dónde quedó aquella pasión por la vida? ¿A dónde fueron tus sonrisas? ¿Qué fue del adolescente que soñaba con tocar en una banda de rock? ¿Qué fue de la chica que deseaba viajar por el mundo? Te quedaste estacionad@ en un sitio que parece no tener salidas de emergencia, en un pueblo fantasma que sólo recorren algunos perros flacos. Y tu panorama es una postal desértica. Trabajas más de ocho horas por un sueldo miserable. Y te aferras a los silencios en busca de respuestas. Eres la imagen viva de la neurosis. La ansiedad se come tus uñas. Jubilaste tu entusiasmo, guardaste la guitarra, la mochila, los proyectos. Y tu madre se congratula de que al fin seas un hombre de bien o una muchacha responsable. "Tan guapo que te ves de corbata", tu abuela te señala en una foto. Tan estúpido que te sientes ordenando balances, archivando tus aspiraciones. "Tan bonita que estás de falda", sugiere tu novio en turno. Y tu maldices el pinche frío. Fuiste educad@ para lo más absurdo: estudiar, conseguir un trabajo “decente”, casarte, tener hijos y soñar con un auto para dejar de viajar en Metro. Y la temporada navideña te recuerda que los rituales de las 12 uvas y sacar las maletas y ponerse calzones amarillos valen para un carajo. Y te emborracharás pensando que te han estafado, mientras te resistes para llamar a tu ex o mandarle un WhatsApp, mientras decides si borras las fotos que aún guardas en el celular. El invierno es un catálogo de deudas, un recuento de sueños postergados. Y quisiéramos ser aves migratorias, para escapar del pinche frío. Como ha descrito Dante Guerra: 

"En diciembre soy un ave migratoria
que sueña cosas estúpidas,
mientras se le congelan las alas. 
En diciembre sólo quiero volar,
largarme lejos de tanta frivolidad".


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