jueves, 19 de octubre de 2017

Canciones para tronarse los dedos

Manual para canallas - Canciones para tronarse los dedos

Hay mujeres que duermen abrazadas a sí mismas. Y cuando apagan la luz se quedan un rato con los ojos abiertos, como descifrando los códigos de los ciegos...


Hay mujeres que se recuestan con la congoja a un costado. Hay mujeres que escuchan canciones mientras se muerden el labio inferior o sienten una opresión en el pecho. Hay mujeres que tienen el consuelo de las canciones. Hay mujeres que se truenan los dedos y musitan conjuros contra el desamor. Hay mujeres que se desnudan mientras un escalofrío les recorre las vértebras y a lo lejos suena un piano y un saxofón recién afinado. Una mujer solloza a solas, rodeada de una jauría de miedos. Una chica desesperada nunca encuentra las salidas de emergencia. Y hay mujeres que suelen jugar con fuego con demasiada frecuencia, sin reparar siquiera en el humo en los ojos y el ardor de las manos.


> > >

jueves, 5 de octubre de 2017

No le busques, no le llames

Manual para canallas - No le busques, no le llames

El desamor es un bicho oscuro y lento que te recorre con paciencia el corazón, que no dudará en clavarte sus tenazas o inocularte todo su veneno...


Esa chica que se mira en el espejo está irreconocible. Los ojos nublados, aquella tormenta en el alma, los vientos de octubre en su cabello. Y lo que no se alcanza a ver son los témpanos de tristeza en su interior, el frío que le recorre la espina dorsal. Y es que el desamor es un bicho oscuro y lento que te recorre con paciencia el corazón, que no dudará en clavarte sus tenazas o inocularte todo su veneno. En aquella habitación todo es un retrato fiel del abandono: cajas de cartón apiladas, ropa amontonada sobre el sofá, una coca de lata sobre la mesa, paredes desnudas y ventanas sin cortinas. Karla se acaba de mudar de departamento y no tiene ganas de arreglar nada. Lleva tres días sin hacer gran cosa. Sólo escucha una y otra vez las mismas canciones que a ella le gustan aunque son demasiado tristes. ¿Por qué es tan cruel el amor?, se pregunta una y otra vez. Karla sólo quiere palabras que le recuerden su miseria, que le aten al dolor, porque siempre ha sido propensa a la depresión. Y no sólo eso, sino que le gusta atormentarse, sentirse patética, como una estúpida. Para colmo de males, no soporta la canción que Leonardo le dejó a manera de posdata, "So Cruel", de U2, con una nota que decía “nunca unas simples palabras fueron tan certeras para describir mi desilusión”. Y se marchó como se va agosto o diciembre, con el viento frío a sus espaldas.